El trasplante de células pancreáticas del cerdo cura a monos diabéticos

La revista Nature Medicine ha publicado un estudio realizado por científicos de la Universidad de Minnesota (EEUU), en el que afirman que el trasplante de células pancreáticas del cerdo (islotes pancreáticos) a monos diabéticos, les ha curado la enfermedad.

Este estudio señala que el transplante de células productoras de insulina procedentes de los cerdos, podría llegar a curar la diabetes a los humanos en un periodo de 10 años, pues la intención es empezar a experimentar con personas en unos 3 años.

El principal riesgo ante un trasplante, es el rechazo del organismo a las nuevas células, lo que podría debilitar para siempre el sistema inmunológico del receptor, con la disposición que esto conlleva a sufrir nuevas infecciones. La posibilidad de que las células trasplantadas pudieran ser un vehículo de transmisión de enfermedades desconocidas hasta ahora, también es otro riesgo, pues cada especie tiene en sus genes virus que pueden ser inocuos para él, pero mortales para el receptor.

Así, para conseguir evitar el rechazo de los monos a las nuevas células implantadas en su hígado, o sea, tratando su sistema inmunológico con una combinación de medicamentos, lograron que los islotes pancreáticos (contenedores de las células beta productoras de insulina) resultaran efectivos.

Una vez conseguido esto, se procede de forma normal al trasplante, las células donantes se inyectan en la vena al receptor y después conducidas por el caudal sanguíneo, se implantan en el hígado empezando a funcionar. La técnica de trasplantar islotes pancreáticos para tratar a los diabéticos ya era conocida, consigue una supervivencia del 80% aproximadamente, pero resulta inviable por la falta de donantes.

Bernhard Hering, profesor de Cirugía del Instituto para la Diabetes, Inmunología y Trasplantes de la Universidad, da buenas esperanzas a las personas que padecen diabetes de tipo I: "Ahora que hemos identificado un mecanismo crucial en el reconocimiento y el rechazo de los islotes de cerdo [por parte del sistema inmunológico del mono], podemos empezar a trabajar en desarrollar terapias inmunodepresoras mejores y más seguras, con el propósito de hacer accesible el tratamiento a las personas".

Esperaremos esos diez años que nos dicen, deseando que las agujas de insulina se puedan quedar en el camino.

Vía | El País

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