Las córneas son la parte anterior del ojo y deben ser trasparentes para permitir el paso de la luz. Esto implica que no tienen vasos sanguíneos que las recorran y se alimentan gracias a la difusión de nutrientes de los líquidos que las rodean (lagrimas y humor acuoso). De hecho, son uno de los pocos tejidos del cuerpo, junto con los cartílagos, que esta libre de ellos y hasta ahora no se sabia porque.
Científicos del departamento de oftalmología de la Universidad de Harvard en colaboración con miembros del Hospital para el Ojo y el Oído de Massachusetts han descubierto que es una proteína llamada VEGFR-3 (Receptor del factor de crecimiento vascular endotelial) la responsable de la transparencia de la cornea. Su presencia en grandes cantidades absorbe al factor de crecimiento y le impide actuar.
Además de resolver un enigma que ha tenido perplejos a médicos y biólogos durante décadas este descubrimiento podría ser una gran ayuda en la lucha contra cáncer. Uno de los métodos utilizados en la lucha contra el cáncer consiste en impedir que un tumor se alimente. Para ello se busca bloquear la angiogénesis, es decir la creación de nuevos vasos sanguíneos promovida por el tumor para alimentarse y crecer.
Este método, utilizado por el propio organismo para impedir el crecimiento de los vasos sanguíneos, podría ser copiado y aplicado en otras partes del cuerpo. De hecho, el siguiente paso en las investigaciones va a ser trabajar para manipular los niveles de esta proteína a voluntad con los tumores en el punto de mira.
Vía | Eurekalert