Con longitudes que alcanzan hasta 55 metros de largo, las lombrices de cordón de bota forman parte de un grupo de gusanos marinos con una química poco conocida.
Según un investigador de la Universidad de Queensland, Johan Rosengren, una familia de potentes neurotoxinas proteicas está presente en los gusanos cordón de bota y que podrían tener una amplia gama de aplicaciones comerciales. Su estudio ha sido publicado en Scientific Reports.
Lombriz cordón de bota
La toxina de la lombriz cordón de bota, conocida como nemertida alfa-1, se identificó en las grandes cantidades de moco espeso que producía el gusano cuando era hostigado. Según Rosengren:
Las proteínas de los caracoles marinos, las serpientes, las arañas y los venenos de escorpión se han utilizado como fármacos, herramientas farmacológicas y dentro de la biotecnología y la agricultura. La más potente de las nuevas toxinas identificadas produce efectos en invertebrados similares a la tetrodotoxina, una conocida toxina proveniente del pez globo que causa parálisis. Esto lo convierte en una toxina insecticida potencialmente ideal (...) Queda mucho trabajo por hacer para caracterizar completamente estos péptidos, pero esperamos averiguar si podemos utilizar las moléculas de defensa de los gusanos de los cordones de los zapatos para controlar las plagas de insectos que destruyen los cultivos y propagan la enfermedad.
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