Cuántos estudios de este tipo se han hecho, no lo se. La mayoría de los que he podido ver no son más que panfletos alarmistas que intentan cargarse una tecnología que no se comprende realmente, abogando por destruir torretas de comunicaciones y cosas por el estilo. La conversación acerca de si los móviles son causas directas de tumores cerebrales se remontan a muchos años atrás, cuando los terminales eran, a la vez que escasos, unos armatostes pesados y grandes que debían ser transportados junto con su batería en forma de maletín, y que requerían potencias de transmisión decenas de veces mayores que hoy en día. Quizás esos terminales si que eran peligrosos.
Pero este estudio revela que el uso continuado del teléfono móvil en grandes cantidades puede ser causa de un aumento del riesgo de desarrollar un tumor cerebral en el hemisferio del cerebro más expuesto a las microondas. Estudios holandeses e ingleses presentados no hace muchos meses declararon no encontrar relación alguna entre las torretas de televisión y telefonía móvil y el tumor cerebral, pero el estudio sueco afirma que sí la ha encontrado.
El Instituto Nacional Sueco para la Vida Laboral (a ver, no he sabido traducir mejor: Swedish National Institute for Working Life), ha escogido 905 personas de entre 20 y 80 años que hayan desarrollado un tumor de este estilo y han encontrado que 85 de ellos habían utilizado el teléfono móvil mucho en los últimos años. De hecho, han "mostrado" que el riesgo de desarrollar un tumor en el lado del cerebro más expuesto al móvil es de un 240% más que en personas que no utilizan el móvil.
Para estos investigadores, un uso alto del móvil son 2000 horas, o más, a lo largo de la vida, es decir, una hora de teléfono diario (día de trabajo) durante 10 años. Yo conozco gente que habla más. Con eso, las posibilidades de desarrollar un cáncer se multiplican enormemente. No se qué creer, ya que por un lado, Suecia es un pais en donde la tradición de uso de móvil supera los 20 años (desde 1984 más o menos), y ellos mismos suelen ser serios, pero por otro lado, las potencias requeridas para la comunicación por móvil son cada vez menores, hay estudios también que pregonan que el calentamiento de la masa encefálica no es ni mucho menos preocupante.
Lo mismos ocurre con las torretas de comunicaciones, aunque esto es más facil de explicar. Las torretas de comunicaciones utilizan antenas muy directivas, esto es, antenas que radian en direcciones muy específicas, en ningún caso en dirección al suelo, directamente. Estas antenas directivas siguen una filosofía opuesta a, por ejemplo, las antenas que hacen posible la difusión de radio o televisión, que intentan que la señal se transmita en el mayor rango de direcciones posible. El interés de las antenas de radioenlace, y el de las antenas de telefonía móvil, es "conectarse" con otra antena, de forma que haya cobertura en la mayor cantidad posible de terreno.
Alguno pensará ¿cómo es que entonces llega la señal al móvil? Pues bien, o bien por reflexión en los edificios, o bien llega una porción de la señal que tiene una fracción pequeña de la potencia que viaja en horizontal (es decir, que la mayor cantidad de potencia se envía hacia la antena repetidora siguiente). También llega de forma directa, pero para esto es necesario estar a una distancia tan grande de la antena que la potencia directa que nos llega es ridícula (esto es pura geometría). La electrónica de los móviles hace posible recuperar de las señales recibidas de ínfima potencia la información necesaria para recuperar la voz de nuestro interlocutor. La potencia real de la antena que nos llega es una fracción pequeñísima, asi que el problema está en los terminales que se pegan a nuestro cráneo. Por muy pequeña que sea la potencia utilizada, está tan cerca que sus efectos serán posiblemente mayores que los de las torretas. De ahi a que sean causa de cáncer, si los estudios lo dicen habrá que comprobarlo. Lástima que haga falta esperar a que termine el largo plazo.
Vía | ZD Net