Son millones las personas que todos los días precisan medicamentos para controlar sus patologías, pero ¿y si pudiéramos controlar alguno de estos síntomas electrónicamente sin la necesidad de usar medicamentos? Éste es el objetivo de un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford que están desarrollando implantes electrónicos para este fin.
Implantes eléctricos como los marcapasos llevan existiendo décadas. La mayoría de dispositivos utilizan baterías voluminosas que hay que cambiar cada pocos años. El problema viene cuando para cambiar una batería se requiere de cirugía. Una idea revolucionaria sería cargar éstos dispositivos de manera inalámbrica. Utilizando un sistema similar a las nuevas bases de carga inalámbricas de los smartphones.
¿Entonces cuál es el problema? La carga eléctrica igual podría funcionar si el dispositivo se encuentra alojado justo debajo de la superficie de la piel, si se colocara en una zona más profunda se corre el riesgo de que la energía de carga dañe la estructura del tejido del cuerpo. La doctora Ada Poon de la Universidad de Stanford en California ha investigado el problema y afirma haber descubierto una zona más profunda debajo de la piel donde la carga está siendo efectiva sin dañar a los tejidos celulares.
Implantes electrónicos podrían conectarse directamente sobre los nervios afectados, estimulándolos directamente sin la necesidad de medicamentos. Dispositivos del tamaño de un grano de arroz podrían ser usados para tratar muchas afecciones crónicas como el párkinson, la epilepsia, la insuficiencia cardiaca, el dolor crónico y la incontinencia.
Vía | Stanford News
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