Indicador científico de la distracción

A través de un interesante artículo publicado en Tendencias 21 hemos podido conocer una interesante noticia, científicos del Reino Unido acaban de presentar el primer indicador científico de la distracción a través del que se podrá conocer qué nivel de distracción puede presentar una persona ante determinadas tareas. Como interés especial para el nuevo indicador, destacar que gracias a él, determinados trabajos en los que la concentración sea primordial, se podrán encomendar a quienes muestren mejores resultados en las pruebas realizadas.

Son varias las aplicaciones para esta nueva herramienta, los responsables de su desarrollo, psicólogos de la University College de Londres, indican que además podría servir para reducir la distracción en las personas o aplicarlo en la educación.

Dos son las causas que se resaltan responsables de la distracción, falta de interés o desmotivación de la tarea que se está realizando y la fatiga, según indican los psicólogos la distracción es el resultado de un conflicto interno entre dos motivaciones, una consciente y otra inconsciente. No existe falta de memoria, la memoria se desarrolla en otro lugar, la atención se muestra distorsionada por este mecanismo.

La nueva herramienta se compone de varias pruebas y se perfila como una eficaz ayuda para evitar las distracciones y sus consecuencias, como podrían ser los accidentes. Medir la efectividad en determinadas profesiones puede suponer resolver, salvar o evitar situaciones difíciles. Las pruebas realizadas con 60 voluntarios han permitido medir los tiempos de reacción y los efectos que ejercían las distracciones que en ellas aparecían. Uno de los test consistía en encontrar una letra determinada que se encontraba entre otras letras similares, las distracciones consistían en flashes que emergían de las letras formando una composición donde la concentración era primordial.

Una peculiaridad interesante que mostraron las pruebas, indicaba que cuanto más difícil y complejo era el test, mayor era la concentración y menor la distracción, aunque también se deduce que mucho tendrá que ver el nivel intelectual. Muy interesante resulta comprobar que incluso las personas que son muy distraídas pueden centrarse y no perder la atención de lo que están realizando.

De todos modos, creemos que bajo las condiciones de las pruebas uno puede tener mayor concentración, pero luego en la vida real, los problemas, las situaciones personales y un sinfín de situaciones, pueden terminar desembocando nuevamente en una situación de despiste y desconcentración.

Vía | Tendencias 21 Más información | University College London

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