La revista “Journal of Infectious Diseases” anunciaba el pasado martes una vacuna terapeútica menos tóxica y mucho más cómoda y barata que los antirretrovirales a los que se someten millones de personas infectadas por el virus del Sida.
Tras seis años de investigación, éste ha sido el logro de un equipo del Hivacat, el programa catalán para el desarrollo de vacunas contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) del Hospital Clínic de Barcelona.
La vacuna reduce tres veces el nivel de carga viral de la mayoría de los 24 pacientes testados, y consigue el mismo efecto que los tratamientos antirretrovirales modernos, aunque solo es en el periodo de un año.
La célula dendrítica, al ser ser inoculada, «enseñaba» al sistema inmunitario lo que tenía que hacer, como mejorar el nivel defensas y reducir la carga del virus del VIH.
Con sólo 3 dosis de vacuna de la terapia celular, con una separación de 2 semanas entre cada una de ellas, los resultados sobre los portadores reales de la vacuna fueron más que positivos.
A las 16 semanas, la caída de la carga viral era más que notable y a la vez se estimularon las defensas de los pacientes. A pesar de los avances, en ningún caso se logró que el virus fuese indetectable.
No es el paso definitivo ni será la vacuna que llegue a comercializarse, pero ninguna vacuna terapeútica había dado hasta ahora tan buenos resultados
Destacó el director del equipo de investigacion de Enfermedades infecciosas y Sida del Hospital Clínic, Josep Maria Gatell.
Actualmente, se está probando la vacuna en pacientes que ya han iniciado el tratamiento antirretroviral, pero los resultados se esperan para finales de este año y principios del próximo.
Se calcula que en el mundo viven más de 30 millones de personas infectadas por el VIH, de las que el 85 por ciento se encuentran en países en vías de desarrollo.
La factura de tratamientos antirretrovirales asciende a 170 millones de euros cada año en Cataluña, entre 8.000 y 9.000 euros cada año, mientras que una vacuna terapéutica costaría 2.000 euros y debería ser administrada en una ocasión, o dos a lo sumo, mientras que el tratamiento antirretroviral dura 50 años.