Si eres una bacteria que vive en los hospitales, resistir a los antiobioticos es una de tus tareas principales. Y hay bacterias con mucho éxito en ella. Es conocida la Staphylococcus aureus que presenta una variedad, la MRSA , que es resistente a todas las penicilinas.
Otra bacteria menos conocida es la Clostridium difficile. Es una bacteria que vive en nuestro tubo digestivo y que, habitualmente, no nos ocasiona perjuicios. El problema es cuando comienza a multiplicarse sin control. En esos casos se ha vuelto más problemática y peligrosa que la MRSA, ya que provoca unas 44.000 infecciones solo en el entorno hospitalario del Reino Unido. Sus victimas principales son los ancianos, ya debilitados, que pueden morir por su causa. Y desgraciadamente se ha vuelto resistente a la mayoría de los antibióticos.
Intentando determinar la causa de esta resistencia, investigadores del Instituto Sanger han analizado el código genético de estas bacterias. Han descubierto que carecen de muchos genes que si están presentes en sus parientes cercanos. Y los restantes presentan una gran variabilidad. Las ocho cepas distintas del virus de la bacteria solo contienen un 40% de genes en común. El resto han cambiado en un proceso que parece continuo. De hecho, aproximadamente el 10% de los genes esta formado por secuencias móviles, fácilmente intercambiables con otras bacterias.
Esta variación continua y la facilidad para intercambiar material genético parecen ser las claves de su éxito y de su peligro. Espero que estos resultados, que ya han sido publicados en Nature Genetics, faciliten a los investigadores nuevas herramientas para hacer frente a esta bacteria.
Vía | BBC News En Genciencia | Bacterias resistentes a los antibióticos