Algunos estaréis estos días por la playa, aguantando a los granos de arena colándose por cada esquina de bolsos, ropa o incluso comida. Molesto pero inofensivo. Si vamos a partículas más pequeñas, los que estéis fumando inhalareis las finísimas cenizas del cigarrillo, capaces de colarse hasta la última esquina de vuestros pulmones. Pero siguen siendo relativamente grandes.
En los últimos años la nanotecnología ha generado un abanico de nuevas partículas realmente diminutas que se han sumado a las ya generadas por algunos procesos industriales. Las nanopartículas están encontrando múltiples aplicaciones pero todavía se sabe muy poco sobre sus efectos sobre nuestro cuerpo.
Una nueva investigación realizada en ratones ha añadido más información a esta situación. Se han utilizada finísimas partículas de óxido de manganeso que son inhalada habitualmente por los soldadores. Analizando su recorrido dentro del cuerpo de los ratones se ha descubierto que en doce días son capaces de difundirse a los largo de todo su organismo concentrándose en los pulmones y pero también en diversas zonas de su cerebro como el lóbulo frontal.
Aunque no se apreciaron daños visibles, aparecieron diversos marcadores bioquímicos asociados a la respuesta del organismo frente a la inflamación o la necrosis. Los autores del estudio creen que es muy probable que estas partículas sean capaces de realizar en mismo recorrido dentro del cuerpo de los humanos. Habrá que esperar que nuevas investigaciones aclaren hasta que punto esto es un peligro a largo plazo y como podría afectarnos a los humanos.
Vía | Eurekalert En Genciencia | Desarrollan nanopartículas que atacan células cancerígenas