Tras la estabilización de la zona afectada por el vertido, se comenzaron a desarrollar los proyectos de restauración, que fueron el Corredor Verde del Guadiamar y Doñana 2005.
Se llevaron a cabo una serie de actuaciones complementarias tales como la prohibición de todo tipo de explotaciones en los terrenos afectados (extracción de aguas, pesca y caza, pastoreo, agricultura, etc), la expropiación de las tierras afectadas y el control de la calidad ambiental en aguas superficiales, aguas subterráneas, aire y seres vivos.
Después de tantos años de explotación minera, la zona afectada por el vertido estaba contaminada aunque dentro de unos valores permitidos.
Tras el vertido, el contenido de metales pesados en suelos y aguas se disparó, pero gracias a las actividades de limpieza llevadas a cabo en la zona, 11 años después los valores de contaminación no se encuentran dentro de un rango peligroso, como lo demuestran los datos de estudios recientes, datos que son corroborados por los análisis de muestras tomadas en Abril de 2009 y 2010 por profesionales y alumnos de la UPM, en los que me incluyo.
Todo el Plan de Medidas Urgentes para controlar y minimizar los impactos sociales, económicos y ambientales generados por el vertido, se fundamentó, principalmente, en una batería de leyes, decretos y órdenes de la Junta de Andalucía, de esta forma, su Consejo de Gobierno aprobó las actuaciones necesarias para la ejecución del proyecto de regeneración y adecuación para el uso público del río Guadiamar.
El objetivo del Corredor Verde del Guadiamar, además de controlar y remediar la contaminación producida por el vertido de lodos, se centra en establecer un territorio de elevada heterogeneidad ecológica y una interconexión que permita recuperar la función de la cuenca del Guadiamar como corredor de especies y de procesos naturales entre los ecosistemas de Doñana y Sierra Morena.
Por lo tanto, es un espacio de gran valor ecológico-científico, con una gran fragilidad y singularidad, el cual se ha complementado con los equipamientos de uso público necesarios para un esparcimiento de calidad suficiente.
En cuanto al tema de las responsabilidades, es algo que prefiero no tratar por no aburriros.