Teniendo en cuenta los vientos, las temperaturas y la humedad locales, investigadores de la NASA han creado un modelo que analiza diversos factores climáticos que conducen a la formación y propagación de incendios a escala global.
Con el nombre de LaGFWED (Global Fire Weather Database), éste es el primer modelo de predicción de incendios que incluye mediciones de precipitación basadas en satélites.
LaGFWED
El modelo combina datos meteorológicos de varias fuentes. La temperatura, la humedad relativa y las velocidades del viento provienen del conjunto de datos MERRA2 de la Oficina de Modelización y Asimilación Global (GMAO) de la NASA. Los datos de precipitación provienen de pluviómetros basados en tierra y de IMERG (Integrated Multi-Satellite Retrievals), producto de la misión GPM (Global Precipitation Measurement).
También incluye pronósticos globales experimentales de 8 días de peligro de incendio. Según explica Robert Field, creador de GFWED y científico del clima en el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA:
En lugar de ver los componentes climáticos individuales, observamos su efecto integral. No es solo un factor el que provoca que un incendio comience o se propague". Por ejemplo, si una región no ha recibido precipitación normal durante semanas o meses, la vegetación podría estar más seca y ser más propensa a incendiarse. Entonces, si hace viento, un incendio podría extenderse más rápidamente.
Field tiene la intención de agregar más elementos en la próxima versión de GFWED, como la topografía o los tipos de vegetación en el suelo porque los incendios pueden comenzar o propagarse de manera diferente dependiendo del combustible.
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