El tema del medio ambiente y el calentamiento global está siempre en boca de todos, y son muchos los artículos que se publican ya sea informando, pronosticando, o censurando. Se ha comprobado ya que es cierto que estamos experimentando un aumento en la temperatura media de la Tierra en el último siglo, y las causas pueden ser diversas. Factores humanos o factores ajenos a nosotros mediante, lo cierto es que el clima cambia como ha cambiado a lo largo de eones. El rápido cambio experimentado en los últimos tiempos hace que surja un interés de primera magnitud hacia el medio ambiente, de la misma manera que hace de escudo a intereses más o menos legítimos que defienden o condenan a las grandes multinacionales y a los intereses económicos de los paises. Dejando aparte en este caso toda discusión de este tipo, lo que hemos leido en un par de publicaciones no tiene desperdicio.
El debate de estos días se centra en si se ha llegado a un punto de no retorno en el calentamiento global del planeta. La administración Bush ha censurado a James Hansen, director del Goddard Institute for Space Studies, por difundir vaticinios pesimistas acerca del clima y su evolución futura, y ello ha reactivado las discusiones y las ha puesto en primer plano. Esta nueva censura por parte de la administración Bush será ignorada por el investigador, según sus propias palabras, lo que nos hace pensar en lo poco que le durará el puesto.
El investigador explicó en el blabla que "los cortes en las emisiones contaminantes pueden hacerse realidad con la tecnología actual, pero sin el respaldo del gobierno de los Estados Unidos, el cambio climático nos dejaría un planeta diferente". Esto provocó que Hansen recibiese llamadas telefónicas de sus superiores en la NASA para que cesasen este tipo de declaraciones. La política de EEUU está a favor de ralentizar el ritmo de crecimiento de las emisiones, lo cual dista mucho de ser compatible con el retroceso en la cantidad de emisiones actuales.
Relacionado con este tema, el gobierno británico corrobora que es posible técnicamente regular las emisiones para reducirlas, y mantener los gases y el efecto invernadero por debajo de los límites de riesgo. A la vez, vaticina lo peor: en mil años, el derretimiento de los hielos de Groenlandia provocará un aumento global en el nivel del mar de unos 7 metros. Por lo que he leido por ahí, hay quien no se cree este dato, y animado por esas dudas, me planteé el siguiente cálculo. Tengo que decir que está basado en datos que no son exactos, sino aproximaciones, y agradecería a aquella persona que disponga de datos más fiables (siempre y cuando el resultado que se vaya a obtener sea significativamente diferente del que yo obtenga) que los comparta con nosotros.
Parto de la base, como digo, de que en la Tierra hay unos 14.000.000.000 kilómetros cúbicos de agua en los océanos. Si pensamos en un rectángulo de 14.000.000.000 kilómetros cuadrados (dimensiones en los ejes X e Y, por ejemplo), basta con dar una longitud en el eje Z de 1 km para obtener el volumen citado. Se estima, por otra parte, que el volumen de agua en Groenlandia ronda los 24.500.000 kilómetros cúbicos. Si los extendemos por una superficie de 14.000 millones de km cuadrados, obtendremos los aproximadamente siete metros de altura adicional al nivel del mar. Como digo, aproximadamente, claro. El caso es que la cantidad de agua en forma de hielo en Groenlandia supone entre un 1.7 y un 2 por mil del total de agua en los océanos, lo cual es, para una profundidad media de los mismos de 3800 metros, aproximadamente siete.
Comprobaciones más o menos rigurosas aparte, los siete metros son una brutalidad, pues no hay más que pensar en la cantidad de zonas habitables que hay en el planeta dentro de esa cota. Muchos dirán "es que son mil años". Pues mil años no son tantos años. ¿Es que para dentro de ese tiempo vamos a ser tan pocos que podamos retraernos de las costas? ¿O va a resultar que en mil años podremos colonizar otros planetas? Yo dudo ambas cosas, y estoy convencido de que, sea quien sea el culpable del cambio climático, lo que debe preocuparnos es que se produce y va a seguir produciéndose, así que es un problema que hay que tener en cuenta, y no dejar pasar.
Vía | El Diario Montañés Información relacionada | New Scientist