Además de la complejidad geológica de los cementerios nucleares, existe un factor a tener en cuenta en la seguridad. ¿Cómo nos aseguramos que generaciones futuras no olvidan que existen desechos nucleares enterrados durante miles de años en el subsuelo?
Encontrar una solución para los desechos radiactivos se ha convertido en un quebradero de cabeza para los políticos, desde que la Unión Europea votara una directiva que exige a los países miembros precisar sus estrategias de gestión.
Algunos países ya se han puesto en marcha. En Alemania, una de las opciones estudiadas consiste en enterrar los desechos en sal. Suecia y Finlandia apuestan por el granito. Francia proyecta sepultar sus 80.000 metros cúbicos de desechos radiactivos en una espesa capa de arcilla que no se ha movido en los últimos 160 millones de años.
Pero existe una duda geológica ¿son estos lugares de enterramiento herméticos? En la periferia de estas excavaciones, debido a la descomprensión de la roca, se crean microfisuras y zonas inestables. No podemos olvidar que la tierra está viva y por ello existen riesgos. ¿Serán los científicos capaces de garantizarnos que el agua no se filtrará en algún momento?
Vía | euronews
Ver todos los comentarios en https://www.xatakaciencia.com
VER 10 Comentarios