El calentamiento global favorece la expansión de insectos en España

El mosquito tigre y la mosca negra han empezado a proliferar en la misma zona: pueblos de Cataluña y la cuenca del Ebro, dejando a su paso fuertes reacciones alérgicas, y su expansión podría estar vinculada al cambio climático.

Según ha explicado Raimundo Oteruelo, entomólogo de la Universidad Complutense de Madrid, es muy difícil que estos insectos aparezcan en centros urbanos porque la mosca negra se cría en ríos o cascadas con aguas muy limpias y el mosquito tigre en charcas estancadas. Además, ambos prefieren zonas húmedas y con vegetación, por lo que sería raro que entraran en las casas.

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Según Oteruelo, la mayor proliferación de estos insectos en la última década podría estar relacionada con el aumento de temperatura producido en la península por el cambio climático, ya que se acelera el ciclo vital del insecto y se producen mayor número de generaciones.

El científico puntualizó que la mosca negra no es una especie invasora como el mosquito tigre, incluyéndose bajo esta denominación distintos géneros de la familia de los simúlidos. En esta especie, es la hembra la que pica y produce heridas más dolorosas que las del mosquito común porque intentan tomar la máxima cantidad de sangre posible y, aunque no transmiten enfermedades infecciosas al hombre, pueden provocar reacciones alérgicas importantes.

Otra diferencia con los mosquitos comunes es que estas moscas tienen actividad diurna y sus picaduras son más frecuentes a primera hora de la mañana y al atardecer, además de ser buenas voladoras y poder desplazarse en un radio de acción de hasta 50 kilómetros.

El mosquito tigre es una especie invasora detectada por primera vez en España en la zona de Cataluña, en agosto de 2004, concretamente en la comarca del Baix Llobregat y en la población de Sant Cugat del Vallés, extendiéndose desde entonces a numerosos municipios circundantes.

De unos cinco milímetros de longitud, negro con rayas blancas, el mosquito tigre vive en zonas húmedas y al igual que la mosca negra, pica sólo de día y puede provocar fuertes dolores e inflamaciones así como reacciones alérgicas.

Su mayor riesgo reside en que se pueda convertir en portador del dengue y la fiebre amarilla, como sucedió en el sudeste asiático, si bien hasta la fecha no ha provocado transmisión de enfermedades en el área mediterránea ni en el resto de Europa.

Vía | Terra Ciencia

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