La preocupación por el medio ambiente es cada vez más notoria entre los españoles y en general entre los habitantes del planeta. El problema es que los hechos no reflejan los pensamientos, es decir, tenemos buenas intenciones pero no actuamos en consecuencia. Así lo indica una encuesta realizada por la Fundación BBVA, donde se ha entrevistado a 4.000 personas mayores de 15 años.
Bajo el título, Encuesta sobre el Medio Ambiente en España, se desprende que la mayoría de la población española está de acuerdo en la importancia de cambiar el estilo y el modo de vida como premisa principal, los avances científicos son importantes y ayudan en la conservación del medio ambiente, pero es necesario un cambio en nuestros hábitos, por sí solos, los avances científicos en esta materia no producen grandes cambios.
El 82% de los ciudadanos de nuestro país prefieren que los gobiernos actúen en consecuencia y aprueben determinadas leyes que obliguen a la población a conservar y proteger el medio ambiente en lugar de dejar esa decisión al libre albedrío.
Un 59% de los encuestados opina que es el gobierno quien debe actuar en consecuencia y resolver los problemas ambientales de nuestro país, aunque hay que tener en cuenta que la mayoría de las competencias ambientales ya están en manos de cada comunidad autónoma, algunas de las competencias incluso se reclaman a través de estatutos como por ejemplo la gestión de los ríos.
La verdad es que la tarea de cuidar el medio ambiente empieza por nosotros mismos, podemos estar exigiendo nuevas leyes, mayor interés, etc., a los gobernantes, pero estas exigencias deben estar ligadas a nuestra forma de proceder. La actividad de los seres humanos es la principal causa de las alteraciones que sufre el medio ambiente, no cambiar nuestra manera de actuar supone un seguro cambio que nos afectará directamente.
En la encuesta se desprenden cuáles son los puntos comunes de consenso en la población con respecto a la conservación del medio ambiente, temas como la contaminación de los mares o ríos, los incendios forestales, el cambio climático, etc., a pesar de demostrar un grado elevado de preocupación, la mayoría de la población no cambia los hábitos de conducta para mejorar los distintos problemas existentes.
La educación medioambiental es la clave para mejorar y cambiar poco a poco la situación actual del medio ambiente, pero de momento podemos aplicarnos el “mucho hablar y poco hacer”.
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