La organización ecologista Greenpeace ha comenzado a construir una reproducción del Arca de Noé en el monte Ararat con el fin de advertir a los líderes de los principales países del mundo del peligro de una catástrofe planetaria debido al cambio climático con motivo de la próxima cumbre del G8.
Un portavoz de la organización anunció que activistas de Greenpeace han iniciado la construcción de una nave de madera de diez metros de largo por cuatro de ancho y cuatro de alto, a 2.500 metros de altitud en la bíblica montaña, situada en el triángulo fronterizo de Turquía, Armenia y Azerbayán.
Andree Böhling, experto en energía de Greenpeace, ha asegurado que nos encontramos al borde de un segundo diluvio universal, pero que todavía no es demasiado tarde. Para poder evitarlo es necesario que todas las naciones de la Tierra, con los países industrializados a la cabeza, inicien un giro en favor del medio ambiente. Para ello es necesario que los políticos asuman su responsabilidad y dejen de mirar como nuestro mundo amenaza con verse sumergido en mareas, tormentas e inundaciones, mientras cientos de miles de personas pierden sus hogares, plantas y animales se extinguen y se extienden las enfermedades y las sequías.
Después de recordar el reciente informe del consejo medioambiental de la ONU sobre los graves peligros del cambio climático, el portavoz de Greenpeace dijo que las naciones más industrializadas deben comprometerse a reducir sus emisiones contaminantes y aprobar un protocolo más amplio que el de Kioto. En la cumbre del G8 en Heiligendamm deben producirse de una vez hechos, afirmó Böhling, quien exigió que los países industrializados reduzcan sus emisiones en un 30% hasta 2030 y en un 80 por ciento en 2050 frente al año 1990.
Böhling explicó que, para dar mayor énfasis a sus demandas, una caravana de 40 caballos ha trasladado desde el pie del monte Ararat en Turquía hasta una altura de 2.500 metros un total de doce metros cúbicos de piezas de madera para construir el Arca del siglo XXI. Veinte carpinteros alemanes y turcos se encargan de reconstruir la nave, que en el futuro será utilizada como albergue de montaña.
La reconstrucción del Arca de Noé será inaugurada oficialmente el 31 de mayo con la lectura de una declaración climática y después de que un grupo internacional de alpinistas corone la cumbre del monte Ararat, de 5.137 metros de altitud, para exigir que los líderes mundiales se preocupen de la protección del medio ambiente.
Vía | El Mundo En Genciencia | Cambio Climático