Y ya que hemos hablado de glaciares, por qué no también de las selvas, en especial la amazónica. El gobierno brasileño reconoce que la selva amazónica está sufriendo una auténtica degradación y deforestación, y es que no reconocerlo a estas alturas sería tener una venda en los ojos.
Nos remitimos a los hechos, durante el año 2003 se perdieron alrededor de 24.000 kilómetros cuadrados de esta selva, algo desolador. En el año 2004, sufrió una pérdida de 26.130 km.² de selva y en el 2005 la pérdida ha sido de 18.900 km.², aunque este último dato representa una reducción con respecto a los anteriores, sigue siendo desastroso.
Numerosas fotografías enviadas por los satélites muestran la cruda realidad, buscar culpables, es difícil, mejor no buscarlos y tomar soluciones. Esta deforestación si se puede demostrar que es a consecuencia del hombre. Los propietarios de las tierras, las empresas madereras, los agricultores, los que se buscan la vida por las pésimas condiciones de su país, todos son contribuyentes para hacer desaparecer la selva amazónica o el pulmón del mundo, como también se le suele llamar.
Pero no nos centremos sólo en la selva amazónica, en nuestro planeta tenemos zonas de vital importancia en cuanto a bosques se refiere, en Norteamérica se han talado un 90% de sus bosques, un 60% del canadiense, un 90% de la selva tropical de Centroamérica ha desaparecido, un 40% del bosque del Himalaya, etc.
Que el hombre no es causante de acelerar el cambio climático, a nuestro juicio sí, y muy directamente. ¿Qué que hacemos nosotros?, nada, también lo admitimos pero la realidad es dura, ser conscientes de todo esto y no hacer nada es lamentable. Creemos y volvemos a reiterar que las medidas oportunas las han de ejecutar quienes pueden hacerlo, gobiernos y personas de poder, los de a pie poco podemos hacer y menos sin estar unidos.
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