La decisión es irreversible, según el Ministro de Medio Ambiente de Alemania, Norbert Röttgen. El país se convertirá en la primera gran potencia en abandonar a la energía atómica, cerrando su último reactor nuclear en el año 2022.
El punto de de inflexión en su decisión ha sido el accidente de la central nuclear de Fukushima, producido tras el terremoto de Japón. El Gobierno de Merkel ordenó dentener de inmediato las plantas más antiguas y puso en marcha un debate sobre el abandono de la energía nuclear.
La industria alemana ya ha advertido de que el cierre prematuro de los reactores nucleares podría tener unas consecuencias nefastas, especialmente si no se plantea una alternativa para sustituir la energía que producen, el 23% de la que se consume en el país.
Vía | rtve