El almacén holandés de residuos de alta radiactividad, el espejo en el que se mira España para construir el suyo propio, cumple diez años de normal funcionamiento y la intención de ampliar la instalación con dos nuevos módulos.
La razón de esto último es la prórroga de la vida útil de la única nuclear operativa en Holanda, situada en la pequeña localidad holandesa de Borsele y a menos de veinte kilómetros de distancia del almacén temporal de residuos nucleares, conocido por su acrónimo Habog.
En una visita de Efe a la planta, Hans Codée, director general de Covra, la empresa pública que gestiona los residuos nucleares en Holanda (homóloga de la española Enresa), explica que los dos nuevos módulos del Habog comenzarán a construirse en 2015 y estarán en operación a partir del año 2018.
Vía | EFE
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