25 años después del accidente de Chernóbil, la mayor catástrofe de la historia de la energía atómica, sus consecuencias aún perduran. Por esa razón, y alertados por lo acaecido en la planta japonesa de Fukushima, la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros, recaudó ayer 550 millones de euros para garantizar la seguridad de la central nuclear ucraniana e incrementar considerablemente las ayudas para la desactivación de Chernóbil y su entorno natural.
Según declaraciones de Víctor Yanukóvich, presidente de Ucrania:
Los esfuerzos conjuntos de Ucrania y la comunidad internacional nos han permitido recaudar hoy, y esta cifra la considero preliminar, 550 millones de euros para proyectos de Chernóbil. (...) Se necesita construir un nuevo sarcófago sobre el destruido cuarto generador y un depósito seguro para el combustible utilizado. A día de hoy todavía nos faltan 740 millones de euros para terminar esos proyectos.
La central ucraniana esparció hace casi un cuarto de siglo hasta 200 toneladas de material fusible con una radiactividad de 50 millones curies, equivalente a 500 bombas atómicas como la de Hiroshima.