Los astroanutas y otras personas en cuya rutina laboral está presente la radiación podrían estar de enhorabuena si finalmente pueden usarse con ellos unas inyecciones desarrolladas por un equipo de la Escuela de Medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva.
En un principio, estas inyecciones fueron desarrolladas para otras funciones médicas. La radiación puede hacere estragos en las células sanas durante el tratamiento de un cáncer, así que esta técnica protegería de la radiación los cuerpos de los pacientes desde el interior.
Recubriendo diminutas partículas de sílice con melanina, un pigmento que combate el daño en los radicales del ADN, e inyectando estas nanopartículas en ratones, los investigadores consiguieron proteger a los animales de algunos de los daños inherentes a la exposición radiactiva.
Según Ekaterina Dadachova, autora principal del estudio:
Una técnica para la protección de las células normales de daños de la radiación permitiría a los médicos administrar dosis más altas de radiación a los tumores, haciendo el tratamiento más efectivo. (...) Queríamos encontrar una manera de proporcionar la melanina protectora a la médula ósea. Ahí es donde se forma la sangre, y las células madre de la médula ósea que producen células sanguíneas son extremadamente susceptibles a los efectos dañinos de la radiación.
Vía | Nanotecnología