Desde la antigüedad se ha buscado un elixir de la juventud, de la belleza, de la vida eterna, etc, con el que poder conseguir maravillas o algún que otro “milagro“.
Personajes históricos como Cleopatra, que se bañaba en leche de burra, han usado miles de cremas y “pociones“ magistrales para conseguirlo (curiosamente están todos en el mismo “lugar“).
Hoy sale, como algo revolucionario, un nuevo elixir que combina el “poder” de los diamantes con la pureza del agua.
¿Estaremos ante otro “engañabobos“ o funcionará de verdad?
Parece muy sofisticado, ¿alguien quiere un traguito?
Vía | EFE