A pesar de que la ministra de Sanidad de España la lleva, la pulserita mágica Power Balance es un fraude, como ha tenido a bien sancionar la Junta de Andalucía le ha impuesto por publicidad engañosa.
Finalmente ha sido impuesta la ridícula sanción (según la asociación de consumidores Facua), de 15.000 euros por la afirmación de que las pulseras Power Balance “contienen un holograma que tiene almacenadas frecuencias que reaccionan positivamente con el campo de energía natural de su cuerpo para mejorar el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad“.
Cabe recordar que Power Balance ha vendido más de 300.000 pulseras en España, cuyo precio oscila entre 35 y 42 euros, de modo que la sanción sólo les ha salido por 428 pulseritas. Una minucia, aunque sujeta a ley: la cuantía de la sanción impuesta la establece el reglamento (sanción grave tipificada en el art. 35 b, 1º de la Ley General de Sanidad), que para estos casos fija multas de entre 3.006 y 15.025 euros.
Rubén Sánchez, de Facua:
Es una vergüenza y dice mucho de cómo se actúa en materia de protección del consumidor. Da igual la magnitud del fraude que la multa que se impone es de tienda de barrio. Ayer mismo compramos una Power Balance y en la etiqueta sigue poniendo lo mismo, que mejora el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad. La ley prevé que en función de la magnitud de la infracción se retire toda la mercancía, no se entiende que las autoridades no lo hagan.
Lo más interesante de todo esto, sin embargo, es el aspecto sociológico del asunto: estoy convencido de que mucha gente seguirá comprando pulseras Power Balance a cascoporro, probablemente bajo la premisa “a mí me funciona” o “bueno, quién sabe, tal vez funcione y no pierdo nada por probarlo.”
Vía | El País