Cuando vemos un fenómeno que viola las leyes de la física no acostumbramos a pensar: bien, esto viola unos cuantos siglos de conocimiento acumulado por todos los científicos del planeta, así que empezaré a buscar explicaciones alternativas a lo que estoy viendo: quizá una alucinación, quizá una mala interpretación, quizá un truco, etc. No. Lo que solemos hacer es postrarnos de rodillas y exclamar: ¡es un milagro!. Lo malo es que, a raíz de esta reacción simplona ante fenómenos cuya explicación ignoramos, se fundan cultos, códigos morales y demás que se perpetúan durante décadas, siglos y hasta milenios.
La próxima vez que, por ejemplo, veáis a un yogui levitando en la India, mientras medita en posición sentado con las piernas cruzadas, intentad reaccionar con la misma suspicacia con que lo haríais a comprar un coche de segunda mano. Examinadlo todo con meticulosidad.
O, para ahorrar tiempo, mirad el vídeo que tenéis más abajo, realizado por la BBC.
El truco no es más que un asiento de madera anclado al suelo.
Vía | Refugio Antiaéreo