El Instituto de Genómica de la Academia China de Ciencias pretende crear una base de datos genéticos de la descendencia de Confucio, padre del pensamiento tradicional chino. La idea es encontrar los reales descendientes e identificarlos entre los más de tres millones de personas que dicen ser descendientes del pensador.
Para ello, cada persona que reivindique ser descendiente de Confucio, deberá pagar 125 dólares para realizar las pruebas de ADN que puedan determinar si es o no descendiente e incluirlo en caso afirmativo en la base que antes hemos mencionado.
Aunque algo huele mal en este asunto, ya que los científicos chinos no han explicado como han conseguido la secuencia genética de Confucio. Hay que tener en cuenta que vivió en China del 551 a 479 a.C y que no existen restos de ál en la supuesta tumba.
Bueno, el caso es que el creador del confucionismo tiene una gran cantidad de supuestos descendientes desperdigados por numerosas zonas, algunos de ellos se llevaran un buen chasco cuando las pruebas determinen que no son descendientes del pensador.
Ahora bien, ¿servirá de algo identificarse como descendiente?, les reportará un beneficio moral más que económico, ¿no?, en todo caso, seguro que más de uno pensará que hay tareas más importantes que no identificar los descendientes de Confucio. Aunque hay que entender que cada cual brinda la importancia a lo que considera oportuno ¿no?.
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