La biopiratería está de moda

La biopiratería es lo que hacen algunas empresas que están especializadas en biotecnología para extraer los recursos genéticos y bioquímicos de la riqueza biológica de otros países, especialmente los países en vías de desarrollo. Podemos poner por ejemplo el caso del microbio extremofilo que se utiliza para desteñir los pantalones vaqueros. Este microbio se recogió en un lago de Kenia en los años 90 y actualmente hay una polémica con respecto a los derechos de este microbio.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), hasta un 75% de los fármacos que se venden en Estados Unidos tienen como base sustancias naturales que provienen de países con una gran biodiversidad biológica. Una vez que las empresas han extraído lo necesario, patentan el resultado para así garantizar el absoluto control del nuevo producto y los lucrativos beneficios. Según algunas organizaciones ecologistas, en los países amazónicos se pierden hasta 8.000 millones de euros con la biopirateria.

Para acabar con esta práctica, numerosos países quieren desarrollar una norma internacional para controlar tanto el origen como la utilización de los recursos genéticos por parte de un determinado país. Un certificado de origen, ya sea de microorganismos, plantas o animales que garantice la existencia de un acuerdo entre el país que explota el recurso y el país de origen de éste. De esta manera se garantiza que los descubrimientos o beneficios se compartan.

Aunque hay un gran número de países que están de acuerdo con esta norma, otros han intentado bloquearla, por ejemplo Estados Unidos, Canadá o Australia entre otros, con lo cual este acuerdo internacional no se ratifica y el problema continúa.

Muchos de estos recursos que propician la biopiratería tienen como base el conocimiento tradicional, éste conocimiento inspira la investigación y el desarrollo, con lo cual a nuestro entender, de una forma indirecta los "biopiratas" tienen una base para sus estudios y por tanto se demuestra perfectamente que se aprovechan de este saber sin compensarlo.

Existe una base de datos en la red con documentación de dominio público que hace referencia a los conocimientos indígenas sobre las aplicaciones de determinadas sustancias, sean plantas, animales, etc. se trata de la base de datos ecológica TEKPAD.

Hay algunos ejemplos muy claros de biopiratería, como es el árbol Tepezcohuite de Chiapas, éste se utilizaba por los Mayas contra las quemaduras, pues bien, una empresa se encargó de patentar el procedimiento para aprovechar la corteza de este árbol, la consecuencia ha sido que el recurso natural se ha agotado y además los campesinos que se beneficiaban de su recurso natural han sido privados de los beneficios que aporta esta corteza y eso que ellos ya contaban con el conocimiento para la extracción de la sustancia en cuestión.

Otro ejemplo sería un derivado de la nuez del árbol Ocotea Rodiei, que ha sido utilizada desde tiempos lejanos por los campesinos brasileños para las dolencias cardiacas, procesos tumorales o tratamientos de fertilidad. Este derivado fue patentado por Conrad Gorinsky, etnobotánico de la Universidad de Oxford y como es de suponer, ni una mínima parte de los beneficios fue a parar a quienes en realidad descubrieron las propiedades de este derivado.

La biopirateria está de moda, nosotros no estamos de acuerdo con la forma de actuar de determinados países, ya ganan lo suficiente y no es necesario privar de parte de los beneficios a quienes en realidad lo necesitan y descubrieron las propiedades de una determinada sustancia. Lo único que hacen es empobrecer más la situación del país. ¿Qué opinas tú?

Vía | Consumer Más información | Biopiratería Más información | TEKPAD Más información | OMS En Genciencia | Microbio para desteñir vaqueros

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