El gobierno nigeriano ha presentado cargos contra una importante empresa farmacéutica americana, conocida también por ser la empresa que lanzó el viagra al mercado, la farmacéutica Pfizer. El motivo son las posibles prácticas de experimentación realizadas con 200 niños del país durante una epidemia de meningitis. El fármaco que se encontraba en desarrollo era Trovan (trovafloxacino), un antibiótico que se utiliza para tratar diversas infecciones de transmisión sexual, respiratorias, de la piel, etc.
El medicamento en cuestión todavía no se había probado en niños con meningitis, de esta práctica 11 niños resultaron muertos y decenas sufrieron serias secuelas quedando ciegos, sordos o presentando parálisis cerebral entre otros problemas. Según se desprende de la investigación realizada por un comité de expertos a petición del Gobierno Nigeriano, no existe registro alguno que indique que la compañía informara a los padres de que los niños formaban parte de un ensayo clínico. La compañía presentó en su momento una carta del Comité Ético de Nigeria avalando la actuación, pero se ha demostrado que ésta se preparó mucho después de los ensayos con el fármaco.
La farmacéutica niega que el gobierno de Nigeria no tuviera constancia de la situación e indica que el estudio se realizó con el conocimiento y consentimiento del gobierno de este país, también indica que se realizó de un modo ético y responsable. El informe elaborado por los expertos muestra que Pfizer ha actuado de forma temeraria y pisoteando, entre otras cosas, la Convención de Derechos de los Niños o la Declaración de Helsinki. La demanda sigue su curso acusando a la compañía de conspiración criminal, homicidio de víctimas inocentes y además, solicita 2.000 millones de euros en concepto de indemnización.
El periódico digital Washington Post muestra unos documentos pertenecientes a la compañía donde se indica que 5 niños habían muerto después de que fueran tratados con el antibiótico experimental, aunque también hay que decir que no existe evidencia alguna de que fuera el antibiótico el causante de sus muertes. Los 200 niños pueden haber pagado las consecuencias sea de forma legal o ilegal, un dato curioso, en EE UU este antibiótico no ha sido aprobado por las autoridades sanitarias americanas para tratar a los niños americanos.
Este es un tema complejo que difícilmente se podrá aclarar, la falta de pruebas y el poder económico son grandes aliados que pueden enturbiar contundentemente la verdad. La experimentación ilegal con seres humanos, si es que se realiza, tendría como blanco los países tercermundistas, donde lideres sin escrúpulos y por un puñado de dólares permitiría cualquier cosa. La ética y la moral deberían encontrarse por encima de todo, es necesario experimentar para encontrar soluciones, pero informando y garantizando la vida.
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