El otro día señalábamos algunas consecuencias a nivel estadístico de resultas de que la gente que usa Facebook se muera. LivesOn es una empresa que quiere mantener tu estatus online en vigor incluso después de muerto.
En particular, LivesOn aspira que hacer funcionar tu Twitter cuando mueras de un modo similar al que lo harías estando vivo, y así, de algún modo, obtendrás la vida eterna en forma de bits.
Esta aplicación hace uno de la inteligencia artificial para averiguar detalles sobre el estilo de vida del finado, y continuará tuiteando con el mismo estilo y sobre temas similares. Incluso cabe la posibilidad de nombrar a un albacea para que administre el legado de la cuenta y tal vez decidir, llegado el momento, que ya se ha tuiteado bastante. Tal y como lo explica Thomas P. Keenan en su libro Tecnosiniestro:
De momento, LiveOn es un servicio gratuito y, aunque no está del todo claro cómo piensan ganar dinero, sí anuncian la inminente presentación de un “motor de recomendaciones”. Presumiblemente, tu buen gusto y reputación en vida, que ya no podrás mancillar con ninguna indiscreción, puedan ser de algún valor después de que te hayas despedido de este mundo. Tu marca favorita de auriculares y esos hoteles que visitabas en tus escapadas románticas quizá sigan beneficiándose de tus encarecidos comentarios post mórtem.
A los seriéfilos que hayan visto el primer capítulo de la segunda temporada de la serie británica Black Mirror, 'Be Right Back', les sonará esta idea. LivesOn no es el único servicio que ofrece al usuario continuar con su vida en las redes sociales una vez muerto. If I Die, lanzado en enero de 2012, y DeadSocial, en abril del mismo año, permiten programar el envío de mensajes y colgar post una vez que el usuario ha muerto.
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