La seguridad de nuestros ordenadores no peligra por sofisticados ataques informáticos. Más bien parece que nuestra psicología, el exceso de confianza o la dejadez son los principales problemas. Ya sabíamos por un estudio anterior que los oficinistas británicos están dispuestos a cambiar sus contraseñas confidenciales por una chocolatina. . Ahora tenemos nueva información que nos indica porque. Conociendo lo simples que son algunas contraseñas puede que ni siquiera sea necesario gastarse el dinero en chocolatinas
Los datos corresponden de nuevo a los británicos pero seguramente son extrapolables a otros países. Incluyendo el nuestro. La contraseña más popular, utilizada por casi 4 de cada mil personas, es “123”. Exacto, así de simple. Claro que, si queremos complicarnos la vida, podemos elegir “123456” como 1,6 de cada mil personas.
La segunda más popular es “password” con 3,7 de cada mil. Otras contraseñas incluidas entre las diez más populares son “qwerty” (¿puede fijarse en su teclado?), “Liverpool” y “Arsenal” (el fútbol hace estragos), y como nombres “Charlie” y “Thomas”. Aunque mi favorita es “monkey” (mono) que figura en 1,33 casos de cada mil. ¿Monos aporreando teclas para escribir a Shakespeare?
Al final es posible que todo se reduzca a un problema de memoria. No es fácil memorizar gran cantidad de contraseñas complejas y nos autoconvencemos de que una contraseña sencilla es suficiente, lo que desgraciadamente no es cierto. Los datos indican que alrededor del 40% de las contraseñas utilizadas son fáciles de descubrir. Tal vez sea hora de que dejemos de autoengañarnos y busquemos métodos para generar contraseñas fuertes. http://en.wikipedia.org/wiki/Password_strength O utilicemos programas que lo hagan.
Vía | Kriptópolis Más información | El mundo