De un tiempo a esta parte, la depilación, sobre todo la femenina, está arrasando. Hasta el punto de que la única zona donde aún sobreviven pelos es en el cuero cabelludo y las cejas (y ni eso, casi). El resto, limpio, inmaculado, alejándonos lo máximo posible de nuestros antepasados simiescos (aunque en el comportamiento y las actitudes aún no haya una ‘depilación’ tan exhaustiva).
¿De dónde procede este ritual? ¿Desde cuándo se practica? ¿Resulta verdaderamente más higiénico?
Según un estudio alemán publicado en 2009, el 50 % de las chicas y el 25 % de los chicos con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años reducían su vello en mayor o menor medida. El 20 % de las mujeres estadounidenses están completamente depiladas.
En algunos países ha nacido la pubofobia. Y un grupo de estudiantes de psicología estadounidenses probó el experimento de no depilarse más el cuerpo durante ocho semanas: las consecuencias sociales de su decisión fueron muy significativas, hasta el punto de que no tardaron en depilarse de nuevo una vez acabado el experimento.
Lo más curioso de todo ello es que esta moda de la depilación, a pesar de que ser tan ubicua, tiene muy poco tiempo si hablamos de la gente en general: se cree que empezó en la década de 1990. Unos investigadores analizaron el póster central de Playboy desde 1953 hasta nuestros días. Un total de 647 revistas que pusieron en evidencia que el look depilado no se presentó hasta el año 2000. Tal y como añade Tim Spector en su libro Post Darwin:
Los sociólogos creen que la combinación de un acceso fácil a Internet en los noventa y el hecho reciente de que las mujeres ya no compartan tanto el baño y la desnudez fue lo que permitió que este meme se propagara tan rápido en sus inicios, pues hizo que las mujeres creyesen en un primer momento que se trataba de algo más común de lo que realmente era. Curiosamente, ciertos grupos religiosos y geográficos (sobre todo en el mundo árabe y entre las mujeres judías de las comunidades sefardíes orientales, o mizrajíes) llevan miles de años manteniendo esta práctica.
¿Más higiénico?
La mayoría de la gente que se depila asegura que lo hace porque cree que es más higiénico, aunque en realidad sea más aceptable estéticamente según los cánones vigentes. Pero ¿realmente la excusa de la higiene tiene validez? Pues depende de la zona del cuerpo de la que hablemos. Depilarse las axilas, por ejemplo, no es más higiénico.
El axilas son cavidades en las que el aire circula muy escasamente, lo que produce un incremento de la temperatura que se traduce en transpiración. El vello de las axilas absorbe la transpiración. Cuando la transpiración se origina en una axila depilada, el sudor gotea y se absorbe a través de la ropa. Las axilas no se enfrían tanto, y las bacterias que queda en la ropa producen mal olor.
En el pubis, el vello también protege contra las enfermedades de transmisión sexual, sobre todo por las heridas que provoca la depilación: además, el vello forma una barrera natural contra las bacterias y otros microbios. La OMS, incluso, recomienda no rasurar el pubis de las mujeres cuando está a punto de dar a luz, porque el riesgo de infección es el mismo o mayor.
Además, depilarse implica mucho tiempo y riesgos. Por ejemplo, Journal Urology ha reportado que las heridas por la depilación púbica han incrementado 5 veces de 2002 a 2010.
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