El maltrato infantil engloba los abusos de los que son objeto los menores de 18 años en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder, e incluye abuso sexual, desatención, negligencia o explotación comercial que puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, según la definición la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora, un trabajo de neurimagen realizado por el King’s College de Londres y la Fundación para la Investigación y la Docencia (FIDMAG) de las Hermanas Hospitalarias que ha sido publicado en el American Journal of Psychiatry sugiere que tales maltratos produce anomalías en la sustancia gris del cerebro. En realidad, el trabajo es un metaanálisis de los estudios de morfometría basada en vóxel (VBM) sobre el maltrato infantil.
Según Joaquim Radua, investigador de la FIDMAG y el centro británico y único autor español del trabajo:
El maltrato durante la infancia actúa como el estrés grave y produce una cascada de cambios fisiológicos y neurobiológicos que podrían provocar alteraciones permanentes de la estructura cerebral (...) Estos datos muestran las graves consecuencias de las adversidades ambientales infantiles en el desarrollo cerebral. Esperamos que los resultados de este estudio ayuden a minimizar el riesgo ambiental en la infancia y a desarrollar tratamientos para normalizar estas alteraciones morfológicas.
El estudio incluyó doce conjuntos diferentes de datos que comprendían un total de 331 individuos (56 niños o adolescentes y 275 adultos) con historia de maltrato infantil, más 362 sujetos no maltratados (56 niños o adolescentes y 306 adultos). Las regiones deprimidas a causa del maltrato podrían explicar el déficit afectivo y cognitivo de los maltratados.
Vía | Sinc
Ver todos los comentarios en https://www.xatakaciencia.com
VER 2 Comentarios