Siguiendo la línea de investigaciones que ya vimos en Leer nos cambia el cerebro… más de lo que creemos, donde descubrimos que, según la psicóloga mexicana Feggy Ostrosky-Solís, los cerebros lectores entienden de otra manera el lenguaje, procesan de manera diferente las señales visuales; incluso razonan y forman los recuerdos de otra manera, ahora se añaden nuevas evidencias de cómo cambia nuestro cerebro si empezamos a leer desde nuestra infancia.
Según un estudio presentado por investigadores de la Universidad de Pennsylvania en la Reunión Anual de la Sociedad de Neurociencia, leer libros durante la infancia influye en el crecimiento del cerebro. Concretamente, lo estiliza.
Para llevar a cabo el experimento, seleccionaron a 64 niños a los que hicieron un seguimiento desde su nacimiento hasta la adolescencia, donde se evaluó su ambiente, se cuantificaron los libros y juguetes educativos, así como los estímulos proporcionados por los padres.
Diez años después, los científicos descubrieron que los niños que habían recibido más estimulación mental a los 4 años presentaban una corteza cerebral más delgada, más estilizada, lo que provoca que el procesamiento de información sea más eficiente.
Martha Farah, una de las autoras del trabajo:
Hemos comprobado que los cuidados de los padres influyen en la estructura del cerebro. No creo que los resultados sean una casualidad, sino que parece que la estimulación cognitiva a edades tempranas conduce a cambios en el grosor de la corteza cerebral.
A los 4 años de edad, los estímulos influyen sobre el desarrollo de la corteza cerebral, pero este efecto era mucho más pequeño a la edad de 8 años.
Vía | Muy Interesante