Un hombre diría “esto es así o esto es asá”. Una mujer, por el contrario, diría “esto puede ser así y asá”. Es decir, los hombres categorizan más fácilmente, ven las cosas más en blanco y negro. Las mujeres usan más matices, ven una gama de grises.
Es lo que al menos sugiere un reciente estudio de la Universidad de Warwick (Reino Unido), dirigido por Zachary Estes y publicado en la revista Archives of Sexual Behaviour. Su título: Diferencias de Sexo en la Categorización Semántica.
El estudio consistió en reunir a 113 personas a las que se pidió categorizar 50 objetos. Ellos tendían a clasificar de forma absoluta los objetos en una categoría (“El tomate es una fruta” o “El tomate no es una fruta”), una de cada cuatro mujeres encuestadas optaba por asignar a los objetos una categoría parcial (“El tomate puede ser considerado en cierto modo una fruta”).
Los autores del estudio, aunque admiten que siempre se había intuido que hombres y mujeres razonaban de diferente manera a este respecto (básicamente por las diferencias en los niveles de testosterona), consideran también que es la primera vez que esas diferencias de género en la categorización han sido demostradas de forma experimental.
El estudio no determina qué clase de opiniones es más apropiada. Supongo que depende del contexto. Habrá momentos en que los matices (relativismo, posmodernismo, subjetivismo) será un lastre, como sucede generalmente en las ciencias duras. En el ámbito de la literatura o las opiniones políticas, tal vez la mirada femenina sea más acertada.
Con todo, Zachary Estes señala:
Por ejemplo, los hombres doctores pueden ser más propensos a diagnosticar rápido y con seguridad un conjunto de síntomas como una enfermedad. Aunque esto supone un gran avance en el tratamiento temprano de enfermedades, es obvio que tiene una gran desventaja si el diagnóstico está realmente equivocado. En muchos casos, una aproximación más abierta a la categorización o diagnóstico podría ser más efectiva.
Vía | ABC