A menudo se nos dice que el trabajo es fuente de estrés, que salir a trabajar es como internarse en una jungla darwiniana, que regresar a casa tras una dura jornada laboral es el momento más feliz del día. Ya decía Dorothy que no hay nada como estar en casa. Sin embargo, un estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Pennsylvania para contradecir esa creencia popular, hasta el punto de que sugiere que algunas personas están más estresadas en casa que en el trabajo.
Para llevar a cabo este estudio, que será publicado en breve en la revista Social Science & Medicine, se tomaron muestras de los niveles de cortisol de 122 trabajadores durante la jornada laboral y los fines de semana. Utilizando muestras de saliva, detectaron que los niveles de cortisol (que es un marcador biológico para el estrés) eran en general mucho más bajos cuando la persona estaba en el trabajo que cuando estaba en casa.
En palabras de Sarah Damaske, autora principal del trabajo:
El hecho de que los niveles de estrés de las personas bajen cuando están en el trabajo, no considero que signifique que no les guste estar en su su hogar o con sus hijos. Creo que sugiere que hay algo en el trabajo que es bueno para ti (...) concentrarse en una tarea, completar esa tarea, la socialización con los compañeros de trabajo (...) todos ellos son beneficiosos y eso es parte de reduce los niveles de estrés.
Los investigadores también preguntaron a hombres y mujeres acerca de sus niveles de felicidad en el trabajo y en casa. Mientras que los hombres reportaron estar más felices en casa que en el trabajo, las mujeres dijeron ser más felices en el trabajo que en casa. Una razón para esta disparidad se puede encontrar en el hecho de que las mujeres tienen mayor carga de trabajo en el entorno del hogar. Además, generalmente, las mujeres que deciden emplearse a tiempo completo y por largo tiempo, según Damaske, es porque tienen trabajos que les realizan o les resultan inspiradores de algún modo. Con todo, cabe destacar que no hubo diferencias de género en los niveles de estrés en los fines de semana.
Así pues, el hallazgo sugiere que para muchas personas, el lugar de trabajo es una especie de refugio lejos de los problemas diarios de la vida. El refugio del guerrero, al menos para algunos,sobre todo si son del sexo masculino, es más la oficina que el hogar. Y es que Dorothy debería haber matizado que, en ocasiones, no hay nada como estar en el trabajo (máxime si tienes esferoides gametogénicos XY).
Vía | The New York Times
Foto | stuartpilbrow
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