El mood food es la comida felicidad y el buen humor, una tendencia pujante en el mundo desarrollado, que abre las puertas al confort espiritual y a la autosatisfacción. El mood food nos ofrece platos y menús que pueden contribuir decisivamente a mejorar el proceso cerebral de pensar, percibir y sentir, a mantener un buen estado de ánimo, a controlar la ansiedad, la irritabilidad y el estrés, a evitar la melancolía, a alejar el peligro de la depresión, a mejorar el humor y a ser más feliz. Todo eso está muy bien, aunque suena demasiado a new age.
Lo que sí sugiere la investigación científica es que una fuente importante de felicidad la constituye la fortaleza en resistirse a un plato delicioso, ya sea para preservar nuestra línea o nuestra salud. Los pasteles son deliciosos, pero resistirse a una porción cuando creemos que no nos conviene puede resultar más satisfactorio que dejarnos llevar por el estómago.
Es al menos lo que sugiere Wilhelm Hofmann y su equipo de investigadores de la Universidad de Chicago: las personas que son más capaces de resistirse a los impulsos dicen sentirse más satisfechas consigo mimas y con sus vidas.
El estudio ha sido publicado en Journal of Personality y consistía en una encuesta a 414 adultos en la que debían calificar su autocontrol indicando hasta que punto estaban de acuerdo con 14 estados, por ejemplo “hago ciertas cosas aunque sean perjudiciales para mí si son divertidas”. Las personas con más autocontrol eran también más felices a corto plazo.
Los investigadores realizaron una segunda encuesta para explicar por qué las personas con más autocontrol se sienten satisfechas con sus vidas y lo que encontraron fue que se encuentran en menor medida en situaciones problemáticas, por ejemplo batallando internamente sobre si deben o no resistirse a comer una porción de pastel.
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