Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia), nuestros idiomas maternos influyen nuestra capacidad de auditiva, pues el cerebro tiene la capacidad de discriminar o seleccionar aquellos sonidos relevantes que se escuchan de fondo, e incluso, puede amplificar el volumen de nuestra propia voz.
El idioma con mejor oído
Está demostrado que el sistema auditivo del cerebro se ejercita con la exposición a diferentes entornos sonoros, ya que, además de detectar el sonido a través del oído, tenemos que procesar correctamente esa información sonora.
Por ejemplo, los finlandeses reflejan una ventaja en el procesamiento de la duración auditiva con respecto a los de habla alemana, es decir, que pueden, por ejemplo, distinguir dos sonidos emitidos simultáneamente. Según explica la autora del estudio, Caitlin Dawson:
Nos encontramos con que los hablantes finlandeses muestran una ventaja en el procesamiento de la duración en el tronco encefálico, a diferencia de los de habla alemana. Esto puede deberse a que el idioma finlandés incluye sonidos largos y cortos que determinan el significado de las palabras y esto es un perfecto entrenamiento para el cerebro. Así que, los hablantes finlandeses son muy sensibles a los tiempos de los sonidos.
El idioma mandarín también posee tonos que determinan el significado de las palabras, así que los músicos que hablan mandarín mostraron una mejor discriminación de comportamiento, tanto en frecuencia como en duración.
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