La frenología es una teoría pseudocientífica, sin ninguna validez en la actualidad que afirma que hay vínculo entre el carácter y los rasgos de la personalidad, así como las tendencias criminales, basándose en la forma del cráneo, cabeza y facciones. Esto no es cierto.
Sin embargo, sí hay parámetros que parecen correlacionarse con algunos rasgos faciales. Como puede, por ejemplo, altos niveles de testosterona (y por consiguiente de agrevisidad).
Caras anchas
Los hombres con niveles más altos de testosterona suelen tener mayor propensión a caras más anchas y pómulos más grandes. Los hombres con estas características faciales también tienden a tener personalidades más agresivas e impulsivas. Es lo que sugiere al menos un estudio realizado hace unos años por investigadores del Centro para el Cambio de Comportamiento en el University College London (Reino Unido).
El vínculo entre la forma de la cara y la capacidad de ser una figura dominante es sorprendentemente generalizado: mientras más ancha es la cara, mayor es el rango en la jerarquía del grupo. Keith Welker, de la Universidad de Boulder, en Estados Unidos, recientemente demostró que el promedio del ancho y el largo de la cara de los jugadores de la Copa Mundial de Futbol del 2010 permitían predecir tanto el número de faltas que cometerían los mediocampistas como los goles de los delanteros.
Desde el punto de vista de las relaciones, un hombre siempre será más atractivo para las mujeres en la medida en que su radio fWHR sea mayor; es decir, rostros más anchos y masculinos, según establece otro estudio de la Universidad de Singapur.
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