En 1831, un eminente científico escocés llamado David Brewster fundó una asociación que alcanzaría hitos científicos incomensurables, contrario a la actitud elitista y conservadora de la Royal Society. El nombre de esta asociación fue y es la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia (BAAS, por sus siglas en inglés).
Para capturar brevemente algunos de los hitos alcanzados por BAAS, basta decir, por ejemplo, que el término “dinosaurio” fue empleada por primer vez en una de sus reuniones, en 1841.
En su reunión anual de 1860, el físico Oliver Lodge realizó una de las primeras demostraciones públicas de transmisión inalámbrica.
También fue promotora de que la profesión de científico fuera considerada como una profesión como cualquier otra: el término “científico” fue utilizado por primera vez en 1833 por Willanm Whewell durante una reunión de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia.
El watt fue adoptado por el Segundo Congreso de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, en 1889.
En 1914, C. G. Seligman, de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, envió a un joven Malinowski a estudiar “otros pueblos”, de lo que surgió la obra clave de la antropología, Los argonautas del Pacífico Occidental. Un libro que nos permitió entender que otras culturas también pueden ser tan valiosas como las nuestras.
También en 1860 se celebró el famoso debate público acerca de la evolución entre el biólogo T. H. Huxley y el obispo de Oxford, Samuel Wilberforce (apodado Sam “el jabonoso” por su actitud escurridiza durante los debates eclesiásticos):
El rumor dice que, durante el debate, Wilberforce le preguntó a Huxley: “¿Es por parte de su abuelo o de su abuela que usted afirma descender de los monos?”. Imperturbable, Huxley se volvió hacia sus colegas y murmuró: “El Señor lo ha puesto en mis manos”, y afirmó ante el público que prefería descender de un mono antes que de un obispo.
Aunque también tuvo algunos traspiés. Se dice que en 1900 el muy respetado Lord Kelvin sentenció ante la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia lo siguiente:
Ahora la Física no tiene nada nuevo que descubrir. Todo lo que resta es hacer más y más precisa la medición de los fenómenos.
Todos los años BAAS coordina una maravillosa celebración nacional de la ciencia de una semana de duración. Su encuentro anual, llamado ahora el Festival de la Ciencia, es el mayor evento científico público en el Reino Unido.
En 2005, la BAAS pidió a los usuarios de Internet en todo el mundo que dijeran cuáles eran sus chistes favoritos. Después de más de 40.000 chistes de 70 países y dos millones de críticas, el elegido es uno enviado por un psiquiatra de Manchester, Gurpal Gosall. Dice así:
Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya. No parece estar respirando y sus ojos están vidriosos. El otro hombre toma un teléfono celular y llama al servicio de emergencias. Dice jadeando al operador: “¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?”.
El operador con un tono de voz calmado y suave le responde: “Tómelo con calma. Primero, vamos a asegurarnos de que está muerto”. Se hace un silencio, luego se escucha un disparo. De regreso al teléfono, el cazador dice: “¿Y ahora qué?”
Vía | Rarología de Richard Wiseman