A finales del siglo XIX, concretamente en 1889, en Londres, nació una niña debilucha que tendía a enfermar de bronquitis. Se llamaba Gertrude, y se estaba criando en una familia acomodada. Poco a poco, empezó a practicar deporte, poco interesada como estaba en las actividades típicas de otras niñas.
Esquiaba, cazaba, pintaba con acuarelas, tocaba el violín. Y, progresivamente, fue interesándose por la arqueología.
Enseguida se enamoró de un joven oficial llamado Carlyon Mason-MacFarlane. Sin embargo, éste murió en el Nilo, en la zona central de Egipto, donde una horda de nativos le tendió una emboscada.
Triste y sola, Getrude se dedicó completamente a la arqueología como forma de escamotear el dolor. Incluso empezó a escribir libros sobre el tema, como La cultura de Zimbabue, El desierto de Fayum o El oasis de Kharga en la prehistoria.
El encuentro con Leakey
También se hizo amiga de la antropóloga Mary Leakey, a quien introdujo en el mundo de la arqueología. Es decir, que gracias a Gertrude, Leakey fue capaz de hallar un fósil de un homínido bautizado como Australopitecus, de dos millones de años de antigüedad, en la Garganta de Olduvai. Era 1959.
El descubrimiento fue importante, también, porque hasta entonces se creía que los orígenes del ser humano estaban en Asia, pero no era así: estaban en África. Pero Mary nunca hubiese encontrado esta pista tan importante si no llega a ser por Gertrude, tal y como explica Gregorio Ugidos en su libro Chiripas de la historia:
Su primera oportunidad se presentó cuando dibujó los esqueletos descubiertos por la doctora Gertrude Caton-Thompson. Fue ella la que le presentó al célebre Louis Leakey en el Real Instituto de Antropología. Leakey quedó impresionado por los dibujos de Mary y le pidió que ilustrara su libro Los antepasados de Adán. Aceptó y nació el amor de una pareja que revolucionaría nuestros conocimientos sobre la evolución humana.
En 1983, Gertrude Caton-Thompson echó la mirada atrás y decidió que ya era hora de escribir sus memorias, todas sus aventuras y viajes, participando en toda clase de excavaciones, convirtiéndose en una autoridad en la prehistoria africana. Y siendo, también, la detonante del matrimonio Leakey, y por ende el descubrimiento de los orígenes de la humanidad.
Fotos | Wikipedia
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