Tal y como ya os expliqué hace un tiempo, los animales también usan las drogas para embriagarse. No es la razón de existan vacas locas, pero sí que hay una hierba loca que provoca que el ganado se comporte de forma un poco lunática.
A pesar de que el selenio es un micronutriente esencial para los animales, el grandes dosis es tóxico. Y algunas variedades de planta de la pradera de la familia de las leguminosas son capaces de acumular selenio del suelo. Por esa razón, estas plantas son conocidas como locoweed (hierba loca).
Porque las reses que rumian hierba loca empiezan a tambalearse y dar tumbos, así como a desarrollar fiebre y anorexia. Sin embargo, el ganado vuelve a comer de ella con fruición, porque se vuelve adicta a esta clase de hierba. De hecho, la comen con preferencia a cualquier otra hierba, a pesar de los efectos secundarios.
Algunos historiadores incluso han sugerido que el Custer fue derrotado en la batalla de Little Bighorn porque sus caballos se habían pegado un chute de hierba loca antes de entrar en combate.
A nivel puramente etimológico, resulta muy pertinente que “selenio” proceda de “selene”, “luna” en griego, con vínculos, a través del latín, con “lunático” y “alunado”.