Me imagino un futuro en el que, como en Her, dispongamos de una suerte de cabezas robóticas conectadas al ordenador. Este servicio que, por ejemplo, podría llamarse Brain In A Box, podría funcionar como un psicoterapeuta artificial perfectamente adaptado a nuestras necesidades. Una Inteligencia Artificial atenta, experimentada y fundamentalmente no directiva en todos los hogares del planeta. Una vez asegurado el carácter confidencial del diálogo psiquiátrico, la aceptación sería masiva.
Ignoro cuánto falta hasta que llegue algo así, pero nos vamos acercando, sobre todo con este modelo robótico de Engineered Arts llamado SociBot-Mini.
SociBot-Mini mide 60 centímetros y es capaz de captar y reconocer gestos gracias a un sensor de profundidad espacial, además de grabar expresiones faciales gracias a una webcam incorporada. De este modo, podrá averiguar el estado de ánimo y la edad del usuario. De momento se usará para espacios públicos, como punto de información.
Pero lo más interesante de este proyecto es su siguiente versión destinada a hogares, que se financia a través de Kickstarter: a través de SociBot-Mini podremos mantener conversaciones telefónicas u online con otras personas, y el robot adoptará la cara de nuestro interlocutor. Esta versatilidad en su rostro se consigue mediante una proyección de vídeo de la cara del interlocutor dirigida, desde dentro, hacia la cara del robot, que es de plástico transparente con el contorno genérico de una boca, una nariz y unos ojos.
Vía | NeoTeo
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