“Cacao… maravillao…” quienes ya tengan una edad recordarán perfectamente la letra de esta insoportablemente pegadiza canción (de hecho, es posible que el resto del día la sigáis tarareando, porque estamos, en efecto, ante un Earworm, a lo Geogie Dann). Pero el cacao es mucho más que una canción ramplona y uno de los alimentos preferidos de los niños.
El cacao también es un alimento que ha llamado particularmente la atención de los científicos. No en vano, el mismo Linneo, el naturalista sueco al que le debemos la división taxonómica que clasifica a los seres vivos en distintos niveles, denominó el cacao como “la comida de los dioses”.
Orígenes
Costa de Marfil es el principal productor mundial del cacao, lo que supone el 20 % de su PIB. A continuación vienen Ghana, Nigeria, Brasil y Camerún. Los aztecas empleaban los granos del cacao como moneda. Con 4 granos se compraba un conejo, con 10 a una prostituta y con 100 un esclavo. Incluso había falsificadores que rellenaban cáscaras vacías con barro.
En la Segunda Guerra Mundial al chocolate se le llamó la ración D; era un alimento de primera necesidad por la energía que aportaba a los soldados en las condiciones precarias en que se hallaban.
Beneficios
Algunos de sus beneficios parecen ser, entre otros, que mejoran las habilidades cognitivas (según Ian MacDonald, de la Universidad de Nottingham), que reduce el riesgo de infarto (según John Finley, de la Universidad Estatal de Luisiana) y que reduce el síndrome de fatiga crónica (según Stephen Atkin, de la Escuela de Medicina Hull de York).
Algunos expertos recomienda tomar unos cinco gramos diarios de chocolate negro, sobre todo a partir de los 30 años de edad. 70% de cacao es la cantidad ideal que debe contener cada ración de chocolate para que sea negro, o amargo.
Según un estudio publicado en Archives of Internal Medicine, las personas deprimidas comen una media de 8,4 porciones de chocolate, frente a las 5,4 que toman los no deprimidos. No en vano, el Centro de Investigación y Capacitación en Confitería (México), trata a las mujeres que se acercan a la menopausia con la ingesta de una barra de chocolate con un 90 % de cacao y sin azúcar, adicionada con la coenzima Q10, a fin de aminorar los efectos depresivos de esta etapa.
Y aunque quizá estamos ante una correlación algo superflua, parece que los países que más chocolate consumen son los que más premios Nobel ganan, según un estudio publicado por la revista New England Journal of Medicine liderado por Franz Messerli, investigador de la Universidad de Columbia. Suecia a la cabeza en consumo de chocolate (6,4 kg de chocolate al año por persona) y laureados, seguida de Estados Unidos, Holanda, Irlanda, Francia, Bélgica y Alemania. Puede que el chocolate no haga a las personas inteligentes, sino que las personas inteligentes más propensas a ganar un Nobel sean conscientes de los beneficios que tiene este alimento y lo consuman con asiduidad.
Y, finalmente, secuenciación del genoma del árbol de cacao (Theobroma cacao) ayudará a producir más y mejor chocolate, ha explicado Edward B. Knipling, administrador del Servicio de Investigación Agrícola (ARS). La secuencia genómica de cacao se hará de dominio público en la Base de Datos del Genoma de Cacao (www.cacaogenomedb.org), antes de la publicación de la información en una revista científica, de modo que se puedan empezar a usar los datos inmediatamente en programas de mejora genética.
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