En 2008, el Museo de arte Moderno de Nueva York (MoMa) exhibió una 'chaqueta de cuero' diminuta que no estaba elaborada con cuero vacuno, sino de tejido de ratón.
La obra artística se tituló Victimess Leather (cuero sin víctimas), y fue una creación de los "bioartistas" Oron Catts e Ionat Zurr, del laboratorio SymbioticA de la University of Western Australia.
Acto reivindicativo
El procedimiento para crear la chaqueta de cuero fue: las células derivadas de células madre embrionarias de ratón se cultivaron en una estructura de polímero que las guiaba hacia la forma de la minúscula prenda.
El biorreactor utilizado en este proyecto fue hecho a medida, basado en una bomba de perfusión de órganos diseñada por Alexis Carrel y Charles Lindbergh (sí, el famoso aviador). Lo que Carrel quería lograr era preservar la vida fuera del cuerpo: mantener vivos tejidos y órganos "in vitro", es decir, en recipientes de vidrio. Su artefacto se llamaba la bomba "Modelo T" y, en años posteriores, fue desarrollada por otros, conduciendo finalmente a la construcción de la primera máquina corazón-pulmón.
Con todo, la chaqueta no duró mucho tiempo como tal, porque a las pocas semanas de estar en la exposición se le cayó la manga, y poco después las células del tejido empezaron a separarse en grupo de la estructura de polímero.
La 'chaqueta de células de ratón' tenía un propósito reivindicativo, tal y como explica la comisaria de la exposición,** Paola Antonelli**, en el libro Cómo crear un ser humano, de Philip Ball:
La idea de la producción in vitro de materiales de imitación del cuero como solución a los problemas asociados con la fabricación de cuero animal para bienes de consumo humano, y formaba parte de un conjunto más amplio de obras que abordaban el uso que se estaba dando a la tecnología para ensombrecer, más que para eliminar, a las víctimas de nuestro consumo.
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