Su nombre puede variar de acuerdo al país. Así, indistintamente se llaman mariquita, sarantontón o vaquita de San Antón, los ingleses ladybugs, los franceses las apodan “bichitos de Dios“ y en Letonia fueron nombradas oficialmente como insecto nacional.
Se trata de una familia coleópteros llamada Coccinellidae, puede haber unas 5000 especies en el mundo y en casi todas partes las consideran como muy benéficas para los cultivos.
Ya que, gracias a su magnífico aparato bucal masticador, acaban con pulgones, cocos, pulgas, ácaros y cochinillas y otros parásitos que son plagas para las plantas, por eso se consideran pesticidas naturales, y por tanto las mejores amigas del agricultor.
Nuestras pequeñas amiga, de 1 a 10 milímetros, suelen tener manchas negras sobre un fondo naranja, amarillo o rojo, que no es un caparazón sino gruesas alas transformadas, llamadas élitros, que protegen las alas funcionales para el vuelo.
Estos vivos colores les sirven para mantener alejados a los predadores, que suelen asociar los colores brillantes (especialmente el naranja y negro o el amarillo y negro) con el veneno, como muchos ya sabéis. De hecho, algunas mariquitas son realmente tóxicas para predadores de pequeño tamaño, como lagartos o pájaros pequeños.
Su depredador natural son los pájaros, pero su desagradable sabor las preserva de ser ingeridas.
Ya son muchos los lugares del mundo dónde se utilizan para lo que se conoce como control biológico de las plagas.
De esta manera, los agricultores, en lugar de utilizar productos químicos, las usan para eliminar los animales perjudiciales para los sembrados. Os sorprenderíais del comercio que existe de momias de mariquitas para erradicar plagas, porque, al contrario que A. colemani, las mariquitas se alimentan de sus presas, por lo que acaba con la plaga completamente.
Como a muchos os encanta, os dejo un vídeo del “triángulo de amor/odio“ mariquitas/pulgón/hormigas (las archienemigas):
Bonitas y efectivas, ¿qué más se les puede pedir? ¡Feliz Día Coccinélidos!