Lo que pasa con la producción masiva de alimentos es que, bueno, están producidos en masa. Lo que significa que están hechos y envasados en líneas de montaje de grandes fábricas y, como es de esperar, las fábricas no están tan limpias como su cocina.
En consecuencia, la FDA (Food and Drug Administration) de los EE.UU. tiene reglas sobre lo que puede y no puede haber en los productos alimenticios producidos en masa.
En uno de esos productos, las setas en conserva, se permite tener hasta 19 larvas por cada 100 gramos de setas (en peso escurrido). Esa misma porción puede contener hasta 74 ácaros.
¿Moraleja? Comer gusanos puede ser asqueroso pero no te a hará daño, o eso dice la FDA.
Si dejasteis de comer carne de vacuno por culpa del colesterol o porque sabéis lo que ocurre en el matadero, seguramente os alegrasteis al saber que las cadenas de comida rápida se subieran al carro del pollo, (posiblemente porque no habéis visto lo que les pasa).
Los sándwiches de pollo a la parrilla o las ensaladas con pollo se encuentran fácilmente en cualquier menú de comida rápida, pero existe un pequeño detalle, puede que os den gato por liebre, digo vaca por pollo.
En un país como EE.UU. la omnipresencia del vacuno es así, incluso en forma de esencia o extracto como ocurre con los MgNuggets o patatas fritas del McDonald o en sándwiches de pollo asado del KFC.
Como caso raro en la que la producción en masa gana en salubridad se encuentra en la fruta.
Seguramente parece una contradicción pero las frutas y verduras congeladas puede ser más nutritivas que sus versiones frescas.
Los productos frescos viajan grandes distancias para llegar al mercado, lo que se cosechan antes de que maduren para que no se pudran en el camino. Dado que desarrollan la producción de nutrientes en el árbol, mientras se produce la maduración, la interrupción de ese proceso también interrumpe el desarrollo de todas las vitaminas y antioxidantes.
Los productos congelados, por otro lado, pueden madurar por completo, ya que se congelan inmediatamente después.
El resultado final es que las frutas y verduras congeladas pueden ser más nutritivas que muchas de las que se encuentran en la “sección de frescos“.
En definitiva, lo que no te mata te hace más fuerte.
Vía | Discovery