Casi por casualidad me he encontrado con una pregunta que me intrigó al instante: ¿es el 17 el más aleatorio de los números?. Como evidentemente me sonó muy rara, leyendo un poco más descubro que se preguntan cuál será el número más repetido en una encuesta que requiera decir un numero entre 1 y 20. Ahora ya empieza a tener algo más de sentido. Resulta que en la mayoría de las ocasiones, al menos en la encuesta que os refiero, el número seleccionado era el 17, con una frecuencia relativa mucho más alta que el resto de números del 1 al 20. ¿Casualidad?
La verdad es que la muestra de dicha encuesta no es significativa en absoluto, 347 respuestas, pero de hecho es un fenómeno bien conocido. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué mecanismos cerebrales hacen que la tendencia de un grupo creciente de respuestas se centre en el número 17? Sin duda, no somos quienes para responder a esto, pero está claro que nuestros cerebros funcionan de manera que son unos generadores aleatorios bastante defectuosos. Seguro que recordáis alguna vez en que os hayan pedido que digáis, sin pensarlo, una fruta, un color y una flor. Vuestras respuestas estarán centradas con mucha probabilidad en torno a tres elementos determinados, y os sorprenderá ver cuánta gente ha coincidido con vosotros. Este tio de estudios sugieren interesantes debates acerca de la naturaleza de la mente humana, y del funcionamiento del cerebro, y a mi me hacen pensar siempre en lo poco que conocemos al respecto de nuestra propia capacidad de raciocinio, y aún más, de nuestras similitudes en pensamiento, realmente no somos tan diferentes unos de otros. En lo básico claro, las diferencias en todo caso se cenran en el entorno social y la educación y la cultura, pero en el mecanismo básico del pensamiento, somos más iguales de lo que pretendemos.
Vía | Cognitive Daily