Damos fin a esta serie de entradas de Grandes errores en el mundo de la ingeniería (I) y (II) con los siguientes casos: la estación Skylab, el rascacielos Citrigroup Center y el dirigible R101.
8. Skylab, 1973
Aunque su nombre nos recuerde a Skynet y al holocausto de la especia humana, Skylab fue la primera estación espacial estadounidense. Orbitó alrededor de la Tierra desde 1973 hasta 1979, tenía un peso de 75 toneladas y fue lanzada en una misión no tripulada en mayo de 1973. No obstante, la estación sufrió graves daños irreversibles durante este lanzamiento, perdiendo el escudo solar, el de antimeteoritos y su panel solar principal del que obtenía energía.
El fallo se produjo por un error de cálculo aerodinámico, ya que no se tuvo en cuenta la aerodinámica del escudo contra meteoritos ni los paneles solares. En las constantes reparaciones que tuvo, los tripulantes se quejaban del extremo calor que había a bordo.
Fue visitada por astronautas en tres ocasiones, regresando el último equipo en febrero de 1974. Finalmente, en julio de 199 cayó sobre territorio australiano, lo que supuso una multa de US$ 400 a la NASA por arrojar basura en territorio público.
9. Citigroup Center, 1978
El Citigroup Center es uno de los rascacielos más altos de Nueva York con una altura de 278 metros y 59 plantas. Fue construido en 1977 y tras realizar el diseño y haber empezado la ejecución de la obra, los arquitectos se dieron cuenta que el edificio podía caerse en un huracán, causando un efecto dominó con los demás edificios.
Para subsanar este error, los constructores se apresuraron a colocar una mole de granito de 400 toneladas, que se balancea hacia el lado contrario en que lo hace el edificio; evitando así que se caiga en un ciclón.
10. Dirigible R101, 1930
Siete años antes de que ocurriera el desastre de Hindenburg —el zeppelin alemán que se incendió mientras aterrizaba en Nueva Jersey ocasionando la muerte de más de 30 personas—, a los británicos se les ocurrió la idea de introducir más de 150.000 metros cúbicos de hidrógeno en una burbuja de tela.
Bajo el nombre de R101, la Royal Airship Works fabricó un dirigible pensado para realizar viajes transoceánicos. El dirigible tenía unas dimensiones asombrosas, llegando a alcanzar los 238 metros de largo y pesando 49 toneladas. Era impulsado a través de 7 motores que le hacían alcanzar lod 60 nudos.
Debido a la impaciencia de algunos, apenas se realizaron vuelos de prueba. Sólo se realizaron varios paseos muy cortos y con muy buen tiempo. En su vuelo inaugural, el 4 de octubre de 1930, el R101 superaba las expectativas de carga. Las malas condiciones atmosféricas, unidas a la negliencia de algunos dirigentes, hizo que la nariz del dirigible impactara en las afueras de Beauvais (municipio francés), estrellándose finalmente en un bosque. Sobrevivieron 7 personas de un total de 54 pasajeros.