Los puntos extremos de la España peninsular, atendiendo a criterios de posición y altura, son:
Posición:
El punto más septentrional es la Estaca de Bares, cabo gallego que marca la separación convencional entre el mar Cantábrico y el Océano Atlántico.
El punto más austral es la punta de Tarifa (Cádiz), que constituye además el punto más meridional de la Europa continental. Se encuentra en la zona del Estrecho de Gibraltar, donde la mitología situaba las legendarias Columnas de Hércules, que en el mundo antiguo señalaban el límite del mundo conocido. Bajo el lema 'Non Terrae Plus Ultra', los romanos asignaron a este punto el fin del continente.
El punto más occidental es el cabo gallego de Touriñán, cercano a Finisterre (Fisterra), que antiguamente se consideraba el punto donde acababa el mundo. La tradición dice que en este lugar los romanos encontraron un altar dedicado al sol, construido por los pueblos que habitaron estas tierras antes de la romanización.
El punto más al este es el cabo de Creus, en el Alto Ampurdán (Gerona).
El punto del mar más alejado de cualquier línea de costa (polo de inaccesibilidad de la península) se encuentra en el término municipal de Otero (Toledo).
A unos 10 kilómetros al sur de Madrid se encuentra el Cerro de los Ángeles, considerado el centro geográfico de la Península Ibérica.
Altitud:
El pico más alto de la Península Ibérica es el Mulhacén, con 3.482 m. Se encuentra en la provincia de Granada y forma parte del Parque Nacional de Sierra Nevada.
El origen de altitudes es el nivel medio del mar en Alicante. En el primer peldaño del ayuntamiento de esta ciudad se implantó el primer punto de la red de nivelación española, a una altitud de 3,407 metros.
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