No hace falta convertirse en Kevin Costner en Waterworld (peluquín incluido) para admitir que la superficie de la Tierra está constituida esencialmente de agua. Y que el agua es básicamente salada: más del 95% de todo el agua del mundo lo es, y del agua dulce restante solo una mínima parte es potable.
Por eso, los océanos del mundo son lugares casi totalmente inexplorados, como si fueran continentes por descubrir o planetas extraterrestres. Hasta la fecha, de hecho, hemos explorado menos del 5% de todos ellos. Por si aún te cabe alguna duda de que la Tierra debería llamarse Agua, a continuación siete datos espectaculares al respecto:
- La profundidad media de los océanos es de 4 kilómetros. Y el 70% del oxígeno que respiramos es producido por ellos.
- A pesar de lo espectaculares que son los volcanes de la superficie terrestre, el 90% de la actividad volcánica del mundo tiene lugar en el océano.
- Para entender el tamaño del océano Pacífico, lo mejor es intentar bebérselo. Según Joel Levy en su libro 100 analogías científicas, si el océano Pacífico estuviera formado por agua potable, harían falta 960.000 billones de años para bebérselo (70 millones de veces la edad del universo).
- La cordillera submarina más larga tiene 65.000 km. Es la dorsal mesoatlántica, y se extiende entre los océanos Atlántico y Ártico.
- A pesar de que todos pensamos en las cataratas del Niágara a la hora de imaginar una cascada gigantesca, lo cierto es que hay 500 cascadas mucho más grandes que ésta, como podéis leer aquí.
- Si el agua que podéis ver os parece asombrosa, es que todavía no conocéis el descubrimiento que hicieron recientemente, tal y como refiere el Guinness World Records 2016:
El 12 de junio de 2014, científicos de EEUU revelaron que habían descubierto una masa de agua atrapada en una capa de ringwoodita a unos 700 kilómetros de profundidad dentro del manto terrestre, entre la corteza y el núcleo. Su descubrimiento se produjo al analizar ondas sísmicas de terremotos, que se ralentizaban al pasar a través de esta capa, lo que era un indicativo de la presencia de agua. Hasta ahora, esta capa de ringwoodita y agua sólo se ha encontrado bajo los EEUU continentales y se cree que contiene alrededor de 4.000 millones de kilómetros cúbicos de agua, unas tres veces el volumen de todos los océanos terrestres.
Acceder a este agua subterránea es verdaderamente difícil porque se encuentra a 700 kilómetros de profundidad y, hasta la fecha, el agujero más profundo que hemos conseguido horadar solo tiene 11 kilómetros, en la península de Kola, Rusia.
Imagen | davebloggs007
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