Comer alimentos muy calóricos suele ser una forma de sobrellevar la tristeza o un mal día en general, sobre todo si hablamos de chocolate o comida basura.
Sin embargo, los estudios sugieren que son otra clase de dietas las que favorecen el estado de ánimo de las personas con depresión.
Dieta mediterránea
Un meta-análisis publicado en 2019, en el que se analiza un total de 45.000 pacientes en 16 estudios, sugiere que una dieta correcta permite reducir los síntomas depresivos y ansiosos. El efecto parece más importante en mujeres.
Al parecer, es la dieta mediterránea la que permite una mayor reducción de síntomas depresivos (al menos hay un vínculo correlacional), tal y como sugiere el siguiente estudio publicado en BMC Medicine.
En él se comparó los efectos de tres dietas:
- una dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra (1 litro por semana)
- una dieta mediterránea con frutos secos (30 gramos al día)
- una dieta baja en grasas.
Tras estudiar un total de 7 447 personas, divididas de forma aleatoria en tres grupos homogéneos de unos 2 500 participantes, se concluyó que en la segunda dieta, la de los frutos secos, había una relación inversa frente al grupo de control con una reducción del 20-30 % del riesgo de depresión. Sin embargo, cuando se trataba de un grupo de pacientes con diabetes, entonces había reducción del 40 % del riesgo de depresión.
Comer determinados alimentos muy azucarados o calóricos pueden hacernos sentir mejor en un momento dado, si estamos pasando un mal momento. Sin embargo, abusar de esta estrategia es parecido a haber encontrado un botón que proporciona felicidad. Como veréis en el próximo vídeo, es mejor no apretar (demasiado) ese botón:
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